Una empresa de base tecnológica es el resultado de un proceso de transferencia de tecnología en que, en respuesta a una necesidad detectada o a un reto concreto expresado por el mercado, el acervo científico se pone al servicio de la búsqueda de una solución tecnológica que ofrezca una respuesta eficaz al problema.
La tecnología debe ser integrada en un producto estandarizado que cumpla con la normativa vigente y que esté dotado del conjunto de atributos que el usuario valora como satisfactorios.